'Alabí, alabá, alabín bom-bá' procede de...

'Alabí, alabá, alabín, bom-bá', 'Ra, ra, ra', 'alirón'. Cánticos deportivos que pueden sonar a árabe... inventado. Pero no. Se trata de expresiones populares, originarias del ámbito de los juegos infantiles, que efectivamente proceden del árabe. En concreto, del dialecto andalusí, la forma de habla popular de la que proceden el grueso de los arabismos de origen coloquial incrustados en las lenguas castellana y catalana, y a los que el arabista Federico Corriente (Granada, 1940) dedicó este pasado domingo buena parte de su discurso de ingreso a la Real Academia Española, 'La investigación de los arabismos en registros normales, folkóricos y bajos'. Porque no todos los arabismos del castellano proceden de los campos en que los andalusís daban sopas con honda a sus vecinos del norte, como la álgebra, la química o la ingeniería agrícola, sino del habla popular que trasladaron los cristianos mozárabes ("bilingües o arabófonos exclusivos", apunta Corriente) que emigraron al norte, o los moriscos que no fueron expulsados hasta el siglo XVII. 
Un giro en la interpretación de los arabismos hispánicos que inició "el mejor etimólogo de todos los tiempos", Joan Coromines. Su propuesta de revisión de los arabismos del diccionario de la RAE fue  aceptada solo parcialmente, quizá por lo arriesgado de algunas de sus hipótesis, procelosas cuando se alejan de los más seguros cultismos. Sigue leyendo aquí




Comentarios